
Otra vez la oscuridad, se apoderó de mi cuerpo
mi mente tan sólo absorbía cantidades industriales de pena
olvido, engaño, decepción.
¿Cuál era la causa, precisa o imperfecta?
¿Cuál era la señal que esperaba y que nunca parecía llegar?
La que me dijera "todo está bien", "todo está bien".
Las entrañas de la sombra me acogieron
durante la noche, durante el día
mis ojos querían escapar de aquel tormento
casi perfecto llamado oscuridad.
Me abriste tu lecho, tu costado, la puerta de tu coche
pero no me abriste tu corazón
la caja de pandora se revolvió
en el rio de tu sangre, donde la enterré
donde las cadenas no fueron tan fuertes.
Otra vez la noche, otra vez la oscuridad
otra vez.
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