miércoles, octubre 25, 2006

Reivindicando tu ser

Desde hace un tiempo ya, pienso que a lo mejor todo esto es una ficción, un juego de realidades que existen tan solo en mi mente. Que las fichas están sobre el tablero, pero que nadie participa de él.
En algún momento mi intención era la de desahogarme, buscar la catársis perfecta para mi estado de ánimo -autodestructivo-, sin embargo nunca y quiero que lo sepas bien, nunca fue hacerte daño. Lo que más quiero es que seas feliz,que encuentres en la vida esa felicidad que a lo mejor yo no supe dar. O que la di de la manera equivocada.
Tú me has enseñado a querer a pesar del tiempo, y la distancia, a creer que todo es posible si se tiene fe en ello. A vivir, a conocerme a mi misma. Y por eso te quiero más que nunca.
La vida da muchas vueltas, eso lo se bien, y te digo con toda honestidad que estoy dispuesta a vivirla plenamente, procurar ser feliz, de a poquitos pero con la seguridad que pase lo que pase fuiste de lo mejor en mi vida.
Encontré este texto, buscando la manera de expresarme mejor... si lo lees con atención, se que te darás cuenta de lo que me refiero. Muchos besos y mucha suerte.
El árbol de los amigos
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrán de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
//

2 amigo(s) dice(n):

Anónimo dijo...

QUE TE PUEDO DAR QUE NO ME HAYAS DADO TU, QUE TE PUEDO DECIR QUE NO ME HAYAS DICHO TU.
ERES INCREIBLEMENTE MARAVILLOSA Y LA PENA ES QUE EL DESTINO QUEBRÓ ESTA DICHA, NO OBSTANTE, SIEMPRE QUEDARA ALGO EN NUESTRO INTERIOR, ENTRE TU Y YO.
GRACIAS POR ESTA REIVINDICACIÓN NO MERECIDA.
TE QUIERO MUCHO

Mar dijo...

Te adoro lo sabias? Te quiero mucho.

 
Header Image from Bangbouh @ Flickr