sábado, enero 26, 2008

A mi me contaron una vez...

Me contaron que cuando caminabas en línea recta, sin mirar a los lados, podías llegar a tu hogar. Nunca detenerse, porque el mal acechaba siempre. Muchos lobos en este bosque para esta pobre caperucita. Lobos vestidos de diamante, de hombre y de enfermedad.

A mi me contaron una vez que si deseabas algo con muchas ganas, este "algo" se materializaba y/o se hacía realidad. Pero lo único que yo sé es que nunca obtuve ese precioso coche azul, ni esa fiesta de 15 años, ni a mi padre.
Y cuando sientes que todo va tomando un nuevo sentido en tu vida, que las lágrimas no llegarán más (por lo menos en un buen tiempo) ; abres los ojos y te das cuenta que no estas donde pensaste... como diría Dorothy: "Toto creo que no estamos más en Kansas".

Una semana antes de cumplir los años, me reencontré con una buena amiga, de esas de épocas de escuela. De las que sabes que te puedes fiar para que te pase los apuntes o que está del otro lado de la línea telefónica para aguantar tus "dramas".



Magali es doctora. Siempre quizo serlo. Y como buena doctora, está pendiente de los demás y que mejor aún que de los amigos. Por ese motivo coordinamos para comer juntas un cebiche y de paso quedar para hacernos unos análisis de sangre. "Es de rutina amiga" me dijo ella. Y le creí con la mejor voluntad del mundo.
No sé si lo había mencionado antes, pero mi abuelo padecía (entre muchos de los males que lo aquejaron hasta que falleció) de diabetes. Mi temor era que pudiera tenerla yo también. Sin embargo mi amiga me llamó a los pocos días de los análisis y me hizo saber que no tenía diabetes ninguna; sin embargo me propinó con un sospechoso "hay otro examen del que quisiera hablar contigo", "aún no tengo el resultado, pero descuida que cuando esté te aviso". !Ok! le dije .. muchas gracias!
Nunca olvidaré esa mañana en la que recibí una triste noticia. "Tienes la enfermedad de Hashimoto", me dijo. Yo me asusté muchísimo porque no sabía bien de que iba la cosa, y luego de que Magali me brindara algunas explicaciones, me contó que no era una enfermedad mortal, pero sin embargo era algo que tendría de por vida, y que debía de ser muy cautelosa e iniciar en la brevedad posible el tratamiento porque si no, los riesgos serían muy trágicos (hablamos de abortos espontáneos, problemas en el parto, nódulos, etc).


Empecé a sentirme mareada y me senté en el suelo. Oía levemente lo que me comunicaba por el auricular, ya que el llanto actúo perfectamente como barrera de comunicación. Por la tarde vino a casa y pudimos hablar mejor, sobre medicamentos, síntomas, etc...

Las cosas ahora están más calmas. El lunes empiezo el tratamiento, este fin de semana trataré de pasarlo bien con los amigos y ya van a ser casi 6 días que no fumo.

Gracias a todos por las muestras de apoyo y gracias por ser amigos. Un beso especial a Rodrigo quien con su pericia médica y sobre todo su amistad/hermandad fue de mucha ayuda en este proceso de "asimilación" o como quieran llamarlo. Gracias a mi manis, a Maga y a todos los que son amigos. Valen oro.

jueves, enero 24, 2008

feliz cumpleaños a mi


Es mi cumpleaños número 28.

Hoy salgo a tomarme una copa si o si.

Volveré pronto por aquí.

Me alejan por ahora de este espacio,

algunos problemas de salud

que ya les contaré


Les quiero.


Mar.

 
Header Image from Bangbouh @ Flickr