La línea

Fotografía de: Sebastião Salgado

Dia tras dia, se mira en aquel espejo. Cuenta sus líneas de experiencia. Las de la frente, que dividen sus emociones, en buenas, malas y peores. Las de los costados y debajo de los ojos, que demuestran lo mucho que ha llorado o lo urgente que necesita unas gafas. Las de las mejillas son diferentes. Las hay de dos tipos: Las de pena, que se dibujan desde las comisuras de sus labios y caen con dolor hacia su mentón, y las de alegría que nacen en la base lateral de sus fosas nasales hasta casi rozar los bordes de sus labios.

Están también las arrugas del alma, pero esas son muy difíciles de explicar. Porque no son sencillas de observar, aunque sean las más evidentes.

¿El cartógrafo la ha hecho a su imagen y semejanza? ¿Es acaso como ella?

"Señora, estamos listos para su ritidectomia"

Ella no es cartógrafa, es tan sólo un atlas de emociones expuesta al público en este gran baile de máscaras. Es tan solo un ser humano implorando por un poco mas de tiempo...