Valoro lo fugaz de la memoria de mi abuela, ella no tiene porqué recordar las cosas malas que sucedieron o suceden, no tiene que enfrentarse "lúcidamente" ante un Humala, una Lulú y a una escobita y estrellita en guerra de "reggaeton"*; pero lo que si me apena mucho es que con el paso del tiempo va perdiendo la noción de las cosas, de los momentos agradables, de las risas, los besos y la vida. El tan terrible mal del olvido, la lleva a alejarse cada día más. Siempre se quejó de que no quería vivir en Lima, le aterra la idea de coger un avión también, y es lógico ya que estuvo acostumbrada a andar a caballo a pelo, sin silla ni montura. No recuerda, por más que lo intenta el nombre de sus nietos, ni de las personas que la visitan. Imaginense entrar a una habitación en donde todos se portan super amables y al final darte cuenta de que no has visto en tu vida a ninguno (bueno...al menos eso es lo que tú crees)
Las nubes en la mente no te dejan ver...pero te quiero...y mucho.
*NO SE SI ESTA BIEN ESCRITO NI ME INTERESA.
jueves, marzo 30, 2006
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2 amigo(s) dice(n):
Se que no te interesa, pero esta bien escrito.
Viste " the Notebook" tal vez es la pelicula que mas delicadamente te lleva a reflexionar sobre la perdida progresiva de la memoria en los seres que amamos. Ese vaci hondo, hondo...que es vivir sin recuerdos.
El hijo de la novia me hizo evocar a Lucila. Batallas pérdidas. Guerras ganadas. Qué mas da. Lo importante es el hoy y ahora. Es la lección costante que ella nos brinda. Dale su leche y sus biscotelas, y te aseguro que las disfrutará como la primera vez. Y ese privilegio sólo lo tienen los grandes, eh?
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