sábado, octubre 07, 2006

Noche de vino divino


Por azares del destino y sobre todo de mi nuevo trabajo, llegué la noche del viernes a un festival gastronómico y de vinos españoles organizado por ... (bueno... aún no lo puedo decir, ya contaré más adelante el nombre de la revista, cosa que así la compran y se enteran mejor..jeje).
El asunto es, que miestras más quiero escapar de lo que me trae melancolía; zas! se presenta en muchas e insospechadas maneras. Yo no entiendo muy bien sobre bodegas, casas, regiones ni marcas de vinos; sin embargo con paciencia y haciendo uso de "mi pericia" en asuntos reporteriles, logré hacerme de contactos y gente conocedora del tema. Me enteré que la uva tempranillo es la que más se emplea en el vino -tinto- de cada región, que los vinos de Rioja son buenisisisisisisimos (al menos mi paladar me lo demostraba así), que un somelier se portaba conmigo de la forma más coqueta posible -!aún atraigo miradas! (que extraño), que podía sostener conversación por más de cinco minutos con un empresario viejo rabo verde sin dudar en decirle "lo siento, tengo novio" y darle luego la espalda y ponerme triste , y recordar.
!En fin!, pasé una noche agradable, tuve la oportunidad de entrevistar a miembros importantes de la empresa vitivinícola peruana, a gente de la "alta sociedad", a figuras políticas, etc.
Esa noche también y gracias a que mi jefe me "sopló", pude contestar correctamente en un concurso de preguntas y respuestas, el tema fue sobre la denominación de origen de la Cava -yo algo o nada sabía, y dudé en responder- sin embargo mi jefe me animó y pude responder... Penedés!, y a continuación se oyó la voz del somelier diciendo "!Que suba la señorita al estrado por favor!" "!Aplausos para la señorita que contestó correctamente!" "!más fuerte esos aplausos!". Yo abochornada por ser el centro de atención en ese momento, no atiné si no simplemente a sonreír para los millones de flashes (al menos me parecieron millones, recuerden que era un evento de cata y yo ya había bebido unas cuantas copas) y el somelier de lo más galante me dio un beso en la mejilla y me regaló una botella de Blanc Flor de la Ermita de Déspiells de Juvé y Camps del año 2003.
Al bajar del estrado, la gente me miraba con muestras de felicitación algunos, y nunca faltó la que opinaba que otra persona debió ganar. En mi distracción -o en todo caso la distracción de un muchacho- se derramó una copa de vino, cayendo el preciado licor en mis zapatos recién lustraditos. Un señor de acento español, muy efusivo él, dijo en voz en cuello "!Derramaron vino en tus zapatos niña!, !Eso quiere decir que te vas a casar!". Yo sonreí y luego me puse a llorar. !Lo que hace el divino vino!

1 amigo(s) dice(n):

Unknown dijo...

Si nuestra Acurrucucú se caso, porque tu no? A ver dime ¿Y por que no?

 
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